Desde su origen, SpaceX se ha interesado en el turismo espacial, pero, por diversos motivos, sus iniciativas no han cuajado como se esperaba. Primero, la empresa de Elon Musk anunció hace unos años que tenía intención de lanzar turistas alrededor de la Luna usando una Crew Dragon modificada mediante un Falcon Heavy. Estos planes se desecharon por diversos motivos, siendo el principal la dificultad de certificar el Falcon Heavy para vuelos tripulados. Actualmente, un millonario japonés está ayudando a SpaceX a financiar la primera misión de la nave Starship, también alrededor de la Luna. Pero, aunque el calendario de SpaceX con respecto a la Starship es muy optimista, se trata de un vehículo que por el momento solo existe en el papel.

Sin embargo, la Crew Dragon es una nave tripulada que está prácticamente lista. Hasta ahora, el único cliente de SpaceX para la Crew Dragon ha sido la NASA, así que es normal que la empresa de Musk busque diversificar un poco sus fuentes de financiación. El 18 de febrero la empresa Space Adventures anunció que había alcanzado un acuerdo con SpaceX para enviar turistas al espacio en 2021. La misión, con cuatro turistas, no se acoplaría con la Estación Espacial Internacional (ISS), sino que tendría lugar en una órbita alta.

Space Adventures es la empresa que se dedica a gestionar los viajes de turistas a la ISS a bordo de naves Soyuz rusas, así que estamos ante una compañía con experiencia en el sector. La novedad de este vuelo es que se llevaría a cabo en una órbita muy alta, «el doble» de la altura de la ISS, es decir unos 800 kilómetros. Este perfil de misión es llamativo porque hasta el momento los vuelos de turistas espaciales orbitales se han efectuado en naves Soyuz que se han acoplado con la ISS, nunca en solitario. Además, esta misión llevaría cuatro turistas, mientras que la norma ha sido lanzar un único turista. En principio, los cuatro tripulantes volarían solos, sin compañía de astronautas profesionales. Al igual que en el malogrado proyecto de Lunar Dragon con turistas lunares, SpaceX considera que su nave es perfectamente capaz de volar automáticamente sin profesionales a bordo.

El primer turista espacial y orbital fue Dennis Tito, quien en 2001 voló a la ISS a bordo de la Soyuz TM-32 a pesar de las presiones de la NASA sobre Rusia para que cancelase el vuelo. El último de estos turistas, Guy Liberté, partió en 2009 a bordo de la Soyuz TMA-16. En ese periodo de ocho años, un total de siete turistas volaron al espacio a bordo de una Soyuz, incluyendo al estadounidense Charles Simonyi, quien realizó dos misiones. Con el aumento de la tripulación permanente de la ISS a seis personas y la retirada del transbordador de la NASA en 2011, los vuelos de turistas se cancelaron. Ahora que las naves Crew Dragon y Starliner van a entrar en servicio, hay más posibilidades de ofertar nuevas plazas para turistas. Aunque se llevarán a cabo un menor número de misiones naves Soyuz, las dos nuevas naves estadounidenses tienen capacidad para llevar cuatro astronautas a bordo frente a los tres de la nave rusa. No obstante, por el momento la NASA no quiere que estas plazas se usen para turistas, así que SpaceX y Boeing tendrán ofertar vuelos comerciales por su cuenta si quieren enviar turistas al espacio.

Evidentemente, lo más destacable de esta misión de SpaceX es que alcanzará una altura de 800 kilómetros. Aunque el comunicado de prensa afirma que este vuelo superará el récord de altura orbital tripulado, lo cierto es que la misión Gémini 11 de 1966, que ostenta dicho récord, llegó a alcanzar 1369 kilómetros de apogeo (el transbordador espacial nunca superó los 700 kilómetros). A esta altura la dosis de radiación que experimentan los astronautas son mayores por culpa de los cinturones de radiación de Van Allen que rodean la Tierra, pero hay que tener en cuenta que la densidad de partículas aumenta progresivamente con la altura y no se trata de un incremento brusco. Además, el tamaño y forma de los cinturones de electrones depende de la actividad solar. Por lo general, el cinturón interior está por electrones poco energéticos (1-5 MeV) con un pico a los 2000-5000 kilómetros de altura, extendiéndose hasta los 12000 km. Pero el mayor peligro para el ser humano son los protones (con energías medias de hasta 10 MeV), que tienen un pico de densidad a los 13000 kilómetros. Aunque suelen estar muy altos para afectar a los astronautas, estos protones sí llegan a órbitas más bajas por culpa de la Anomalía del Atlántico Sur (SAA, South Atlantic Anomaly), localizada a 35º sur y 35º oeste. De hecho, la mayor parte de la dosis de radiación experimentada por las misiones de larga duración en la ISS se debe a esta anomalía.

A pesar de su mayor altura, la misión de SpaceX podría evitar fácilmente el grueso de esta radiación simplemente volando en una órbita con una inclinación de 28º (la latitud de Florida y, por tanto, la inclinación orbital más baja que se puede alcanzar desde allí). Otra forma complementaria de reducir la dosis es usar una órbita elíptica en la que solo el apogeo esté a 800 kilómetros. En cualquier caso, SpaceX no ha especificado los parámetros orbitales de la misión. Tampoco se sabe nada de la duración, aunque, dadas las características de la Crew Dragon, no será superior a una semana —los rumores apuntan a un vuelo de entre tres y cinco días—, por lo que las dosis de radiación tampoco serán nada dramáticas. En cuanto al precio, se desconoce el valor del billete, pero parece ser que será parecido a lo que pagaron los últimos turistas espaciales hace más de una década, que fue cerca de 35 millones de dólares (la cifra exacta que pagó cada uno es secreta). No obstante, los turistas de las Soyuz pasaron cerca de una semana en la ISS, una experiencia más interesante que estar apretados cinco días en el reducido volumen de una cápsula Crew Dragon, de ahí que SpaceX haya decidido aumentar el atractivo de esta misión introduciendo una órbita más alta para tener mejores vistas.

Para SpaceX esta misión le permitiría ganar experiencia en vuelos tripulados, sobre todo en el manejo de sistemas de soporte vital, de cara a la puesta en servicio de la Starship tripulada. De todas formas, habrá que esperar a ver si este proyecto sigue adelante y no sufre la misma suerte que otros programas de SpaceX como la Red Dragon o la Lunar Dragon.

LINK DE LA FUENTE ORIGINAL NAUKAS DANIEL MARIN https://www.eresviral.com
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