Desgraciadamente, la empresa SpaceX tiene una mala racha con esto de las explosiones. Si el pasado abril explotó la cápsula Crew Dragon DM-1 durante una prueba, ahora el ha tocado el turno a la flamante Starship Mark 1 (Mk1), el primer prototipo de la nave espacial con el que SpaceX quiere revolucionar el acceso al espacio. El 20 de noviembre a las 21:30 UTC, durante una prueba de presurización, la parte superior del vehículo saltó por los aires. Vale, técnicamente no fue una «explosión», y, de hecho, la parte inferior de la nave resultó más o menos intacta. Antes de la prueba SpaceX había desmontado el cono superior de la Mk1 con las superficies aerodinámicas que vimos durante la presentación que Elon Musk dio el pasado septiembre, así que esta parte no se vio afectada.
Pero pongámonos en situación. La Starship Mk1 es un prototipo de la nave reutilizable Starship de SpaceX, que debe alcanzar el espacio a lomos de la primera etapa Super Heavy. La combinación Starship-Super Heavy, a base de motores Raptor de metano y oxígeno líquidos, será totalmente reutilizable y, además, se convertirá en el mayor lanzador en servicio. Con la Starship SpaceX quiere abaratar el coste de lanzamiento hasta extremos nunca vistos y, al mismo tiempo, mandar misiones tripuladas a la Luna y Marte. Sin embargo, SpaceX se ha visto obligada a desarrollar el sistema Starship por su cuenta sin ayuda del gobierno de Estados Unidos. Por este motivo, ha empleado una serie de técnicas de construcción totalmente novedosas —por lo rudimentarias— en la industria aeroespacial, ya que el camino tradicional hubiera supuesto un coste demasiado alto.
El año pasado SpaceX presentó el Starhopper, un banco de pruebas con un único motor Raptor que debía convertirse en el primer prototipo de la Starship. Pero lo que llamó la atención de propios y extraños fueron las técnicas de construcción de este vehículo. En vez de salas blancas y refinadas técnicas de montaje dentro de hangares en los que se manipulaban piezas hechas de exóticas aleaciones, el mundo asistió atónito al ensamblaje de trozos de acero inoxidable prácticamente al aire libre. Tras retirarle el cono superior que le daba un aspecto más próximo al de una nave espacial, el Starhopper fue reconstruido varias veces después de su presentación oficial hasta quedar con una apariencia más próxima a la de un depósito de agua que a la de un vehículo aeroespacial.
El Starhopper realizó dos vuelos en julio y agosto —aunque el primero fue más bien un «saltito»—y, a continuación, Elon Musk anunció que ya no volaría más y que se convertiría en un banco de pruebas fijo del motor Raptor. Pero ya sabemos que si en algo destaca SpaceX es por ir dos pasos por delante de la opinión pública. Antes de retirar el Starhopper, Musk ya había anunciado que el rol de verdaderos prototipos suborbitales lo asumirían dos nuevos vehículos, las Starship Mark 1 y Mark 2, que estaban siendo construidas en esos momentos en las instalaciones de SpaceX en Boca Chica (Texas) y Cocoa (Florida), respectivamente. Se trataba de dos vehículos mucho más grandes, de unos cincuenta metros de altura y unas doscientas toneladas en seco, dotados de tres motores Raptor cada uno (la Starship de serie tendrá seis Raptor).
Las técnicas de construcción de ambos vehículos eran menos toscas que las del Starhopper, pero seguían siendo muy poco refinadas. Además, las dos naves incorporaban diferentes soluciones de diseño, prueba de que SpaceX estaba aún experimentando con el ensamblaje a partir de piezas de acero inoxidable, un material novedoso en la industria de cohetes (el viejo Atlas no cuenta). Durante la ya tradicional presentación muskiana de cada septiembre sobre el estado del proyecto Starship, la Starship Mk 1 de Boca Chica sirvió como «decorado» espectacular para la inspiradora charla del CEO de SpaceX. En esa presentación Musk anunció que la Mk1 realizaría sus primeros saltos en pocas semanas y que llegaría a los veinte kilómetros de altura. Pero, tras varios retrasos, comenzaron las pruebas de presurización de los tanques —mediante oxígeno líquido y nitrógeno— y se llevó la presión al máximo de la que se encontrará el sistema en pleno vuelo, con el resultado «explosivo» que todos hemos visto.
Muy en su línea, Musk ha anunciado que el accidente no solo no supone ningún problema, sino que es la excusa ideal para priorizar la introducción de la Starship Mk3, que también se construirá en Boca Chica, y que, esta sí, será el verdadero prototipo de la Starship y se encargará de llevar a cabo el salto de veinte kilómetros de altura. En realidad, Musk ha sugerido que ya se había tomado la decisión de pasar directamente a la Mk3 antes del accidente. Por tanto, parece que, después del Starhopper y la Starship Mk1, la Mk3 sí que será el prototipo de verdad que todos esperábamos… o no. La Mk3 usará técnicas más refinadas y, por tanto, tendrá un mejor acabado y será más ligera. Mención aparte merecen los simpáticos fanboys de SpaceX que han recibido el salto involuntario de la parte superior de la Mk1 como una buena noticia, porque, como todos sabemos, lo mejor que le puede pasar a una nave espacial es que reviente durante una prueba.
Mientras, la Mk2 de Cocoa sigue adelante con su construcción. No está claro si SpaceX continuará con sus planes para lanzarla en unos meses desde una nueva instalación situada en el perímetro de la rampa 39A del Centro Espacial Kennedy o, si por el contrario, pedirá al equipo de Florida que se pase a la Mk4. En resumen, la Starship Mk1 ha muerto, ¡larga vida a la Mk3!
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LINK DE LA FUENTE ORIGINAL NAUKAS DANIEL MARIN https://www.eresviral.com
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